¿Qué es "Del alma y otras hierbas"?

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... es un rincón de diálogo de un grupo de amigos que, desde la más auténtica diversidad, comparten alegrías, penas, risas, lágrimas, éxitos, fracasos y aficiones varias en una cotidianeidad que intentamos hacer entretenida, interesante y llevadera. Allí nace la necesidad de compartir letras, imágenes y sonidos a través de este espacio común.

viernes, 26 de agosto de 2011

¡Víctor Lobos, cállate!

Me permito publicar este artículo de mi amigo El Matón Big Joe que me pareció excepcional.
http://elmatonbigjoe.blogspot.com/2011/08/victor-lobos-callate.html en: http://elmatonbigjoe.blogspot.com/


En el cuadro, Jesucristo, "un guacho de familia no tradicional", de madre soltera adolescente, alterando el orden público. (... vosotros habéis convertido mi casa (mi país, Chile) en cueva de ladrones). (Mt. 21, 12-13). 


¡ AJÁ ! por lo que me he informado Jesús de Nazareth, a su manera, a los doce años se le arranca a su mamá y comienza a rebatirle a los doctores de la ley en el templo: acto subversivo que habla mal de la formación valórica que le da su madre soltera, María. Luego su mamá "lo pilla chanchito" objetando los cánones de los intocables del momento, se lo lleva de una oreja y le dice, ¿hijo mío, por qué me haces esto?. Seguramente luego le dice: "eres un mal chico. No debes andar por ahí alterando el orden establecido, te estás convirtiendo en un niño anarquista ... y el pobre niño-divino que por cierto, tampoco tiene papá y es guachito y está a cargo del carpintero José no aprende nunca la lección porque más tarde "deja la grande" botándole las cosas, desbaratando las tiendas, pateando las mercaderías a los mercaderes y gritándoles consignas subversivas como: "... este es un templo de oración". Claro, no se habían inventado las bombas lacrimógenas, ni el "guanaco" pero más de alguna patada o bofetada debió haber esquivado. Se explica todo. Era un "guachito-divino", no tenía papá. Había nacido en el seno de una familia monoparental, con una mamá adolescente y soltera, María, sin arraigos valóricos y en consecuencia se manifestaba en las calles trayendo trastornos sociales. En resumen, la consecuencia de ser un niño que no provenía de una familia tradicional con padre y madre casados como Dios manda. 

Ahora comprendo los insólitos dichos del Intendente del Biobío, (centro sur de Chile), Víctor Lobos, quien aseguró ayer 25 de agosto, que las expresiones violentas en las protestas estudiantiles se explican por la cantidad de hijos que nacen fuera del matrimonio en Chile. El intendente del Biobío, Víctor Lobos, aseguró que el hecho de que –según él - el 65 por ciento de los niños en Chile nazcan fuera del matrimonio “iba a traer trastornos sociales para Chile. Lo más extremo es llegar al anarquismo. Un niño que no recibió nada, no recibió afectos, no recibió el cariño de un padre y una madre y la protección de ellos, se manifiesta en las calles con odio”.
La autoridad, regional se refirió al estallido social que se ha manifestado en los últimos meses y que ha tenido su máxima expresión a través del movimiento estudiantil, diciendo que existe una crisis de valores en el país.
Víctor Lobos (Homo homini Lupus) sostuvo que hace un tiempo “con espanto se empezaba a decir que el 40% de los niños nacían al margen del matrimonio, de un matrimonio constituido tradicional con padre y madre. Entonces uno empieza a pensar cuál es el ambiente en cuánto a valores, en cuánto a estabilidad emocional y afectividad que va a tener un niño que nace con esos déficit”.
Sin embargo, la autoridad regional comentó que de acuerdo a cifras más actuales ahora los niños nacidos fuera del matrimonio llegan a un 65 por ciento “o sea hoy día Chile es un país sin familia”.
“Yo auguraba que esto iba a traer trastornos sociales para Chile, lo más extremo es llegar al anarquismo. Un niño que no recibió nada, no recibió afectos, no recibió el cariño de un padre y una madre y la protección de ellos, se manifiesta en las calles con odio”, dijo el desventurado Lobos. ¡ Para el bronce !.


Ojo, Víctor Lobos proviene de un matrimonio tradicional, con padre y madre y siendo así, se da el lujo de hablar estupideces, lo que no garantiza que los hijos de "familias bien costituídas" (?) sean más criteriosos. Qué más queda para uno que es un pobre huacho.


Post Scritum: Bernardo O"higgins, nuestro Padre de la Patria, se manifestó en las calles de Santiago de Chile con odio, también fue huacho y tuvo el desacato de sacudirnos de la tiranía española.

MBJ

sábado, 20 de agosto de 2011

Las guitarras siguen cantándome tu nombre


Las guitarras siguen cantándome tu nombre.
Las canciones están confabuladas.
Seguramente hiciste un pacto con las flores,
los pájaros del patio, las hojas sobre el pasto.
Se presentan contigo cada día.
Pero este año, has regresado más que nunca.
He visto ensancharse la Alameda
para dar paso a aquellos hombres libres
que tanto nos costó poner sobre la Tierra.
Hubiera querido estar contigo
parada en plaza Baquedano
para iniciar aquellas caminatas
en que solo contigo me sentí segura,
sabiendo que el sueño era el mismo,
que lo llevábamos ahí,
un pedacito en la mochila
y una gran parte en el alma.
Hubiera querido que la vieras.
Nuestra niña que cargabas
en tus brazos,
ahora avanza sola, firme
llena de sueños y certezas.
bella, orgullosa, alegre,
henchida de futuro,
pisando con firmeza en el presente.
La veo caminar junto a miles de jóvenes
y pienso lo feliz que habrías sido.
Nuestro hijo, que trasunta tu bondad en su mirada,
continúa poniendo melodías a todas las jornadas.
La esperanza ha vuelto a alojar en nuestra casa.
Junto a ella, tu espacio en la mesa, continúa estando.

Laura 

domingo, 7 de agosto de 2011

El ciudadano de la cacerola


Cuando creían que sólo era una más de las protestas estudiantiles que con frecuencia en los abriles de cada año llenaban las calles de consignas, paros, tomas, carteles criticando duramente al gobierno, lacrimógenas, tortugas ninjas persiguiendo estudiantes, asambleas, guanacos, alcaldes amenazando perder el año. Aparecieron las cacerolas, la familia, los adultos, lo que trabajan, los endeudados. Aparecieron sin piedras, ni molotov, ni barricadas. Fueron los estruendos de ollas que al unísono hacían sonar el himno del descontento. Ese mismo himno que en este momento suena en gran parte del mundo.

En estos últimos meses hemos sido testigos de la generación de una nueva forma de ser y hacer ciudadanía. La imagen del chileno sumiso, sin opinión, del joven “no estoy ni ahí”, del dueño de casa retraído y abrumado por las cuentas, poco a poco comienza a cambiar. En las calles, avenidas, pasajes, condominios y edificios de nuestro país, salió ese chileno aburrido, “chato”, “hasta la coronilla” de un sistema político-económico  que sigue dejando a la gran mayoría de la población con un miserable pedazo de la torta. Sintió por primera vez el derecho de reclamar, de no estar de acuerdo, de meter bulla sin vergüenza al que dirán, más bien con el orgullo de empoderarse con un cucharon y una olla del espacio público.
Mientras esto pasaba en las calles, en el Congreso, en los partidos, en el gobierno, existe un proceso paralelo. Desconcierto, desesperación, rabia, descontrol. Los políticos no han logrado entender la nuevas expresiones ciudadanas. Y es que cometen un grave error: quieren abordar los problemas con las lógicas de una etapa que se acaba, de un ciclo político que esta en su periodo final.
La Concertación no logra desprenderse de sus veinte años de gobierno, de haber derrocado a la dictadura de Pinochet, de haber disminuido la pobreza, de los tratados de libre comercio. No logra mantener sintonía con los movimientos ciudadanos, como lo hizo a fines de los 80’. Aun creen –con gran soberbia- que el problema fue el candidato, es decir, con uno mejor ganarán nuevamente. El problema es que aún no logran responder el ¿para qué?
El gobierno entiende mucho menos. La nueva forma de gobernar no convenció a nadie, ni siquiera a los mineros. El modelo gerencial, sin vínculo ciudadano, el poner la eficiencia por sobre las justas demandas de la gente, lo ha sepultado bajo una histórica cifra de desaprobación. Hacen cambios en el equipo, prueban formulas, ajustan, ofrecen dinero, tal como lo ha hecho cada ministro, diputado, senador, de la coalición por el cambio en sus negocios personales. No logran entender el no al lucro, por que a base del lucro han construido sus fortunas con las que financian campañas y juegan al servicio público.
A pesar de la caótica escena, este proceso de cambios es de gran riqueza para nuestra alicaída y fome democracia. Por un lado, se esta formando una ciudadanía independiente, que fiscaliza, que reclama, que propone, que en el fondo hace política sin los políticos. Mientras que los políticos hoy están obligados a reformar sus antiguas prácticas y escuchar para entender a este nuevo ciudadano de la cacerola.
Los signos del fin de una etapa de la política en Chile son cada vez más evidentes. Nuestra democracia esta a punto de estallar. El inicio de un nuevo ciclo debería esta cargado de reformas que apunten a perfeccionar aquellos espacios autoritarios que aun persisten con gran fuerza en nuestro sistema político-institucional. De abrir espacios, de demorarnos un poco más, pero hacer las cosas con todos y de mejor manera.
Esperemos que quienes elegimos para conducir este país estén a la altura de las circunstancias.

Guillermo Marín Vargas