Durante sus
largos años de prisión, Nelson Mandela tuvo este poema escrito en una hoja de
papel para fortalecer su espíritu y ayudarse a sobrellevar su encarcelamiento. Hoy, lo dejo aquí como un homenaje y
un adiós.
Y sí, Mandela… fuiste el amo de tu destino, el capitán de tu
alma y un ejemplo de fortaleza y valentía para tu pueblo. Gracias por dejarnos
sembrada la esperanza acerca de que un mundo mejor, siembre es posible.
¡Adiós, Mandela! ¡Gracias por tu vida!
Invictus
Out of the night
that covers me,
black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul.
black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
for my unconquerable soul.
In the fell
clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
my head is bloody, but unbowed.
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
my head is bloody, but unbowed.
Beyond this
place of wrath and tears
looms but the Horror of the shade,
and yet the menace of the years
finds and shall find me unafraid.
looms but the Horror of the shade,
and yet the menace of the years
finds and shall find me unafraid.
It matters not
how strait the gate,
how charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
how charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
Traducción libre al español
Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo sin fin,
agradezco a los dioses si existen
por mi alma inquebrantable.
Caído en las garras de la circunstancia
no he llorado ni pestañeado.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero
erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
yace el horror de la sombra,
y sin embargo la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuan cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.