A.M.

Aún arden tus besos en mi piel,

Me atenazan como hormigas trepadoras

Y se esparcen en mi cuerpo,

Como un recuerdo abierto,

Sangrante de tu saliva.

Me tienes,

Íntegra bajo tu manto de besos violeta,

Acurrucada contra el viento de tu espalda,

Hipnotizada con el vaivén de tu nave.

Aquí me tienes,

Ardiendo en silencio mientras velo tu sueño,

Soñando contigo en tu noche sin estrellas.

Es que mirarte es como amarte, y

Tocarme en tus manos,

Acariciarte.

Sonriendo dulce,

Despiertas mi suspiro,

Que parece una esperanza

Simplemente.

Nos estremece este murmullo acariciante

De la luz,

Que inunda, y crece, y calla.

Nos llora, nos ríe

Esta soledad.

Despertamos anhelantes

De besos, miradas.

Entonces, abrazo tu cuerpo desnudo,

Y muere en tu sombra,

Mi cuerpo.

Tu vientre y mi vientre,

Amarrados al cielo,

Descubren, a ratos,

El origen del viento.

Asiendo, aferrando, viviendo el delirio

De estos cuerpos hambrientos

De piel y silencios.

Lentas pasan las horas;

Se ahoga en el olvido de tus besos

El milagro del tiempo.

Y es que mirarte es como amarte,

Y tocarme en tus manos,

Acariciarte.


Lola_Mento